Consigue un buen bronceado
Para conseguir un buen bronceado es necesario saber que nos enfrentamos al enemigo número uno de la piel. El sol es el principal acelerador del envejecimiento cutáneo: arrugas, manchas, flacidez, etc. Sin embargo, no se deben olvidar sus interesantes beneficios. Nos proporciona sensación de calor, bienestar físico y psíquico. Bajo sus rayos el cuerpo sintetiza la vitamina D, fundamental para el crecimiento y fortalecer los huesos. Además es un excelente antidepresivo natural, nos aporta energía y estimula el buen humor.
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Para elaborar un programa solar razonable hay que habituar la piel al sol de una forma progresiva. En caso de pieles muy sensibles o con algún tipo de intolerancia solar, habrá que realizar una autovacuna: un mes antes de acudir a la playa, iniciar exposiciones muy breves y con carácter diario.
De este modo la piel tiene tiempo para ir acostumbrándose poco a poco a la luz solar. En cualquier caso, los primeros días son los más peligrosos. Se recomienda empezar por cinco minutos y con un producto de protección solar apropiado. Además será necesario empezar por el índice más elevado aconsejado para nuestro fototipo de piel. Hay que advertir que los productos con factor de protección solar son imprescindibles.
Sin embargo, no son la panacea, pues su protección está limitada por el tiempo de exposición. Si el baño solar es demasiado largo podemos padecer quemaduras y reacciones no deseadas.
Cuestión de piel
Aunque el sol sale para todos igual, cada tipo de piel reacciona de forma diferente bajo la acción de sus famosos rayos. Basta pensar en el bronceado para darse cuenta. ¿Por qué hay personas que no se broncean nunca, algunas que no pasan del color rosa y sin embargo, otras que en poco tiempo consiguen un bronceado profundo y duradero? Se pueden distinguir cuatro tipos de piel dependiendo de su resistencia al sol.
Las diez claves fundamentales para disfrutar con tranquilidad de todos los beneficios del sol y evitar cualquier riesgo. 1. Las exposiciones solares deben ser breves. Se pueden ampliar de forma progresiva cuando la piel se haya bronceado ligeramente.
2. Elegir el factor de protección de acuerdo con nuestro fototipo
de piel y aplicarlo al menos veinte minutos antes de tomar el sol.3. Renovar la aplicación del factor de protección cada hora y después de cada baño si el producto no es resistente al agua.
4. Evitar tomar baños de sol entre las 12 y 15 horas solares.
5. Extremar las precauciones en niños y adolescentes. No exponer al sol directo a los niños menores de 6 meses.
6. No permanecer estático bajo el sol más de cinco minutos. Los efectos de los rayos ultravioleta en movimiento resultan menos nocivos.
7. Atención: algunos perfumes y ciertos medicamentos pueden provocar reacciones adversas bajo el sol.
8. Los ojos siempre deben estar protegidos. Llevar gafas de sol con cristales que filtren el 100% de la radiación ultravioleta.
9. Después de cada baño solar se deben aplicar productos after-sun con efecto hidratante, calmante y regenerador.
10. Tomar mucho líquido -agua mineral y zumos de fruta- para prevenir la deshidratación.
Ventajas del autobronceado
Para los incondicionales del bronceado, la única opción segura es el moreno sin sol. Al margen de los rayos ultravioleta, los autobronceadores actúan como un tinte coloreando la piel. Son la única alternativa responsable para los que no quieren renunciar a su pasión por tener una piel dorada.
Los autobronceadores proporcionan un moreno que supera en ventajas al obtenido de forma natural porque evitan todos sus efectos nocivos. El autobronceado cosmético se desarrolla gracias a una coloración artificial de la piel por medio de un activo autobronceador, la dihidroxiacetona (D.H.A.).
Este bronceado sin sol tiene carácter superficial y es reversible. Cuando se deja de aplicar el producto, la piel vuelve poco a poco a su tono original.

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